Màs allà de tu nariz

POR LOS HIJOS

Cuantas veces no hemos escuchado estas palabras de una amiga, un amigo conocido o parientes, por lo menos yo, en varias ocasiones.

Y a que se refiere? Se refiere al hecho de no terminar una relación de pareja dañina o dañada, por el supuesto beneficio de los hijos, muchas veces eso el lo que usamos como para peto, por el miedo de enfrentarnos a un futuro en soledad o por el simple hecho de no aceptar que hemos fracasado.

Pero realmente vale la pena ponernos a nosotros mismos en esa situación?, acaso en verdad encontramos felicidad o estabilidad emocional en nuestra vida y brindamos la misma felicidad y estabilidad a nuestros hijos? Aquellos por los que nos sacrificamos al grado de vivir con alguien a quine ya no amamos y que en muchas ocasiones ni siquiera respetamos?

Ciertamente, en ocasiones, muy contadas sea dicho de paso, la relación se convierte en amistosa, y se vive muy feliz y en paz con el padre o madre de nuestros hijos, pero en la mayoría de ocasiones, la vida en pareja se vuelve una pesadilla y la felicidad o salud mental de nuestros hijos se ve comprometida, porque, a quien le gusta ver a papa y mama peleando como perros y gatos todo el santo día, todos los días de nuestra vida, apuesto que a nadie, y en lugar de proporcionarles un hogar estable y feliz, les proporcionamos el peor de los infiernos, en donde hay gritos y sombrerazos, donde papa habla pestes de mama y viceversa, entonces cual bienestar de los hijos?

Con esto no estoy diciendo que a la primera sombra de tormenta corramos con nuestro abogado para solicitar nuestro divorcio o separación, para nada, creo que se debe agotar todas las posibilidades para salvar nuestra relación, para salvar nuestra familia, como? Pues básicamente con COMUNICACIÓN, talvez requiramos ayuda de un profesional, y modificar algunos comportamientos que resulten molestos para la pareja, algo llamado acoplamiento, es decir, fuimos criados de distinta forma a nuestra pareja, tenemos algunos intereses diferentes y somos únicos pero podemos modificar algo, no cambiar totalmente, porque entonces es una situación que se vuelve enfermiza, pero si dar de nosotros mismos para lograr un objetivo común: la paz y armonía en los hogares, para así ofrecerles a los hijos lo mismo para que puedan tener un desarrollo mental sano y sin vicios de origen.

Pero si la relación se deteriora a tal grado que las diferencias resultan insalvables, y el respeto se pierde, pues es mejor cortar por lo sano, cierto, no es fácil ni para la pareja ni mucho menos para los hijos, pero es aun mas difícil vivir en una situación donde impera el dolor, la agresión y la incomprensión. Y crean me los hijos viven mas felices cuando la pareja deja de pelear hasta porque la mosca vuela, y se convierten en socios, que buscan un fin común, el beneficio de los hijos, además, vida solo una, entonces porque vivirla en desagrado?