el PRD sin rumbo

 

Ante el proceso interno para elegir la dirigencia de Partido de la Revolución Democrática PRD, ha quedado evidenciada la profunda fragmentación de sus grupos, tanto en el ámbito nacional como en el estatal y no se ve que suceda algo distinto cuando el PRD renueve sus dirigencias municipales en junio próximo.

En la diferencia de opiniones han prevalecido como la base del debate las pasiones más que las razones, los odios y rencores más que las ideas y propuestas. El PRD se ha ubicado en el escenario idóneo para la derecha y frente a una catástrofe para el sistema democrático del país que requiere de una izquierda que haga contrapeso a los excesos del poder.

En Tlaxcala, es evidente que hoy más que nunca este PRD le sirve al "Virreinato" y se pone a modo para que no sólo continúen los atropellos de poder durante el presente sexenio, sino que además, permitiría (por omisión) una continuidad similar a la que el grupo en el poder ha logrado en la Universidad Autónoma de Tlaxcala durante las últimas décadas. De hecho, el gobernador, ya utilizó el conflicto perredista para deslindarse de las preguntas en torno a la evidente corrupción de su administración (e-consulta, 25 de marzo).

En cada grupo perredista hay hombres y mujeres que odian, acumulan rencores y mienten, con ello lo primero que logran es el encono entre adversidades legítimas y lo distorsionan en enemistades eternas que son incapaces de observar causes para la lucha democrática por el Partido y por el poder. Esos "operadores políticos", siempre preocupados por su imagen ante su líder o lideresa, son los que más daño le han hecho al partido, son incapaces de sostener diálogos serios y de armar propuestas inteligentes y con ello dinamitan la propia aspiración (legítima) de sus líderes para acceder al poder, y por desgracia están presentes en todos los grupos del PRD en Tlaxcala, quizá sean ellos y no (incluso) los acusados de acordar con el gobierno orticista, los que más han traicionado al PRD.

El PRD se encuentra ante un dilema, acordar la defensa del proceso del pasado 16 de marzo, impulsar la gobernabilidad del Partido o seguir con las pugnas al interior y permitir con ello el avance de la derecha en el estado.

Parece que habrá de todo, algunos de los grupos políticos impulsarán sendas impugnaciones, con el ánimo de acordar bajo presión y con esas herramientas jurídicas las mejores condiciones en la burocracia partidista. Es su estrategia y es respetable, y es al mismo tiempo una oportunidad para que el próximo presidente del PRD en el estado, de muestra de capacidad de diálogo y acuerdo para impulsar la gobernabilidad del partido.

Más allá de esos cauces que el PRD deberá buscar en los próximos días, es necesario que la causa de la izquierda no se pierda de vista, se encuentra (al menos de manera inmediata) en la denuncia de la corrupción en el estado y en el país así como en la defensa del petróleo.

En tanto en el ámbito legislativo nacional, se debería rescatar la propuesta del exgobernador Sánchez Anaya, pues ha quedado demostrado que ningún partido político puede llevar a buen término sus procesos internos y necesitan de órganos autónomos externos, de una regulación expresa para garantizar la gobernabilidad partidista y con ello procurar la madurez de nuestra democracia, esa fue la propuesta del entonces gobernador y del ahora senador y como nunca esta vigente.

 

 

 


Articulo expuesto por "gispluma"


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